El sector mundial del transporte marítimo se prepara para una transformación de emisiones netas nulas que tendrá repercusiones en todo el sector, desde las cadenas de suministro y los modelos de negocio hasta los buques, los puertos y la mano de obra marítima.
La OMI aprobó en abril una nueva normativa sobre combustibles y emisiones netas nulas para los buques, cuya adopción está prevista para octubre. Los llamamientos a invertir en la descarbonización son cada vez más fuertes.
"La normativa por sí sola no puede hacer el trabajo. Necesitamos desarrollo tecnológico y combustibles alternativos (...) Y eso sólo puede ocurrir de una manera: con inversión", afirmó el Secretario General de la OMI, el Sr. Arsenio Domínguez, en su intervención en el Foro de Financiación de la Economía Azul, celebrado en Mónaco el 8 de junio.
Esto incluye invertir en el aumento de la producción de combustibles alternativos en cantidades suficientemente grandes como para sustituir los 350 millones de toneladas de fueloil que actualmente queman los buques cada año.
También será necesario mejorar las infraestructuras portuarias y las operaciones de toma de combustible para suministrar energía limpia de forma segura a los buques cuando hagan escala en puertos de todo el mundo.
"Es una transformación completa de la navegación comercial. Harán falta ecosistemas para hacerlo juntos", declaró en el mismo evento la Sra. Christine Cabau-Woehrel, Vicepresidenta Ejecutiva de la compañía naviera y logística CMA CGM. "Será un viaje largo y difícil, pero queremos estar en la delantera".
Los pioneros ya están actuando. Según el Consejo Mundial del Transporte Marítimo, ya operan al menos 200 transatlánticos (buques portacontenedores) que pueden funcionar con combustibles de emisiones nulas o casi nulas, mientras que cerca del 80% de todos los nuevos pedidos de buques portacontenedores y buques para el transporte de vehículos tendrán la misma capacidad híbrida.
"El sector del transporte marítimo en buques de línea regulares ya ha invertido 150 000 millones de dólares en la descarbonización. Es algo sin precedentes para el sector del transporte", declaró el Presidente del Consejo Mundial del Transporte Marítimo, el Sr. Joe Kramek. "Pero necesitamos el suministro de combustible (...) es una tremenda oportunidad de inversión".
El nuevo conjunto de normas, conocido como "Marco de emisiones netas nulas de la OMI", adopta un doble enfoque: una norma mundial sobre combustibles que limita la intensidad de los gases de efecto invernadero (GEI) de los combustibles para uso marítimo, y un mecanismo de fijación de precios de las emisiones de GEI de los buques.
La normativa envía una clara señal de demanda a los productores de combustible, al tiempo que recompensa a los "pioneros", es decir, a las compañías navieras que asumen el riesgo de adoptar soluciones de bajas y nulas emisiones en una fase temprana, y que luego pueden compartir sus experiencias y conocimientos con los demás.
El Marco de emisiones netas nulas de la OMI se suma a las medidas adoptadas anteriormente por la Organización para potenciar el diseño de buques energéticamente eficientes, las mejoras operativas y las clasificaciones de intensidad de carbono. Se revisarán cada cinco años y los límites de emisión se irán endureciendo con el tiempo.
El Sr. Domínguez destacó que estas normas son obligatorias y deben aplicarse a todos los buques de navegación marítima que comercien internacionalmente, independientemente de su pabellón.
Esto repercutirá en la formación, ya que casi medio millón de gente de mar necesitarán actualizar sus conocimientos de aquí a 2030, y habrá que actualizar exhaustivamente las medidas de seguridad para garantizar que los combustibles se utilizan de forma segura y eficiente.
El Sr. Domínguez instó a la comunidad internacional a centrarse en acciones concretas y en la implantación de los diversos compromisos mundiales ya acordados.
"Es hora de que pasemos de las declaraciones y los compromisos a los hechos. Es lo que llevamos haciendo en la OMI desde hace más de una década. Eso es lo que vamos a demostrar de nuevo en octubre, y no nos detendremos ahí", afirmó el Secretario General, el Sr. Domínguez.
Y añadió: "La descarbonización tiene un coste. Ya hemos gastado dinero en contaminar el medio ambiente. Es hora de que todos invirtamos en limpiarlo y hacerlo sostenible para las generaciones futuras".
Para más información sobre las actividades de la OMI en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, visite: La OMI en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos 2025